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Cinco errores en posicionamiento de marca que te conviene evitar

El buen posicionamiento de una marca no es cosa de todos los días. Es decir, no hay que darlo por supuesto. Es el resultado de un arduo trabajo a cargo de un equipo multidisciplinario de marketing. No siempre se llega a buen puerto. En ocasiones, se cometen errores tales como el subposicionamiento o el posicionamiento dudoso. Te contamos cuáles son los más frecuentes para que estés alerta.

Cinco estrategias de posicionamiento fallidas que impiden que un negocio avance

Así como existen los casos de éxito en campañas de marketing, están los indeseados errores típicos en el posicionamiento de marca. Esos que más vale conocer de antemano para no cometer (o cometer la menor cantidad posible). Analizamos cada uno de ellos en detalle para que estés atento y evites tropezar con la misma piedra.

Subposicionamiento

Cuando la difusión de la marca no ha contado con la inversión de dinero y el esfuerzo que requería, es posible hablar de un error común: el subposicionamiento de marca. ¿Conclusión? Los consumidores no tienen pleno conocimiento de ella y es percibida como inferior a la competencia.

Es una falla frecuente cuando la marca y su principal competidora comparten varias características y resulta difícil diferenciarlas. En tales ocasiones, se suele recurrir al cobranding. A través de una figura conocida como embajadora de la marca se hace posible asociarla a determinados valores que la separen de otras marcas similares.

Sobreposicionamiento

Se presenta cuando, con el firme objetivo de vender y obtener la máxima rentabilidad, la marca ofrece más de lo que puede cumplir. ¿Qué ocurre en este caso? El usuario se siente defraudado ante el bien o servicio real, anhelando las bondades del bien o servicio promocionado.

También ocurre cuando el precio es demasiado elevado y, en consecuencia, el precio y la calidad se desequilibran haciendo que los consumidores se abstengan de adquirir ese bien o servicio.

Un modo de subsanar este error es redefinir las estrategias de posicionamiento y destacar lo que la marca tiene y no tiene la competencia. Una baja en los precios a veces resulta una cura de humildad que ayuda a aumentar el consumo y reconsiderar la marca.

Posicionamiento dudoso

Es el error más difícil de enmendar. Se evidencia cuando la empresa se esfuerza en que una de sus marcas gane visibilidad, pero, por más que invierta talento, tiempo y dinero en ello, el público objetivo no se hace permeable a esas estrategias; permanece inmune a sus mensajes promocionales. ¿El principal motivo? Percibe a la marca como incapaz de cumplir con sus promesas. Una reinversión de la marca o un relanzamiento a veces resultan buenas formas de corregir este desliz común.

Posicionamiento confuso

Se debe a un público objetivo poco o mal estudiado. ¿Cómo termina la historia? Mal, como no podía ser de otro modo: algunos consumidores tienen una imagen del bien o servicio en cuestión, mientras que otros asocian al mismo ideas disímiles.

Es muy habitual en empresas que han realizado cambios drásticos vinculados a la marca que no han sido bien recibidos por el mercado. Por ejemplo, una empresa muy tradicional que de pronto renueva su marca, apunta a otro público y lanza mensajes a los que su público objetivo no está acostumbrado. ¿Cómo termina el cuento? El consumidor de toda la vida duda en seguir apostando por la marca que ya no lo identifica del todo y el público nuevo nunca llega.

Apostar al «precio más bajo»

Aunque aporta ventajas en un principio, es un recurso que no se puede sostener en el tiempo. ¿Qué ocurre cuando el precio sube a un costo razonable y marcado por la coyuntura del mercado? Tarde o temprano el público objetivo se siente desilusionado. ¿Moraleja? El precio más bajo es una ilusión que ciertamente engancha a los consumidores.

El problema es que una vez que se corre el velo y la verdad sale a la luz, no hay nada que compense el desengaño. Por ende, la marca queda en deuda eterna con aquellos que apostaron por ella en los inicios y hace hasta lo imposible (y no conveniente) para fidelizarlos y convertirlos en incondicionales. A propósito, recuerda que la incondicionalidad no es viable ni en el mercado ni en el amor.

La importancia del buen posicionamiento de marca

La marca es el ADN de un negocio. Hay que cuidarla porque vale oro o, más aún: no tiene precio. Se asocia a emociones y hace que un 80 % de los compradores lo hagan movidos y motivados por factores emocionales y no de un modo racional.

Como advertirás, es un valor inmaterial que, si se posiciona fallidamente, se echa a perder y su valor disminuye. De ahí la importancia de un buen posicionamiento. Porque cada traspié estratégico se paga caro.

Justamente, para no cometer estos cinco errores típicos en posicionamiento de marca es preciso que te capacites. Si deseas especializarte en marketing y comunicación digital, apunta directo a Mejora tu Carrera. Aquí estamos para ayudarte a ser en un mejor profesional.

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